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| La tribuna principal del Estadio Belvedere colmada de público |
Hoy 3 de Octubre de 1953 por
primera vez un equipo "grande" ha disputado un partido fuera del
Estadio Centenario.
El encuentro se disputó en el
Estadio Belvedere, feudo del corajudo Liverpool, quien ha tenido el coraje de
llevar por primera vez en el profesionalismo a un grande fuera del Estadio
Centenario para un partido válido por el Campeonato Uruguayo. Desde temprano,
el populoso barrio de Belvedere mostraba un entorno diferente, de fiesta. Las
charlas de los vecinos recaían sobre el mismo tema "hoy juega Liverpool
con Nacional en Belvedere". A la hora del partido, se calcula que 13.000
personas colmaban las instalaciones, habiéndose vendido 11.397 localidades.
La victoria correspondió a los
albos, por tres tantos contra cero, pero poco le importó a la parcialidad de
Liverpool, que se dio el gran gusto de traer a uno de los equipos tradicionales
de nuestro país a su propio estadio.
Los detalles del partido son los
siguientes:
Liverpool: J. Gemelli, H. Romero,
J. C. Villarreal, W. Prudente, J. Traverso, V. Lapaiti, A. Szader, J. Quiroga,
O. Abreu, G. Pedra, J. R. Orlandi
Nacional: Paz, Santamaria,
Holdoway, González, Carballo, Cruz, Souto, Ambrois, Pereyra, Rial, Enrico
Goles: 8' Ambrois, 30' Carballo,
43' Pereyra
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Y tenía que ser Liverpool el
primero que sacara a Peñarol o Nacional del Estadio Centenario. En ese ya
lejano 1953, Liverpool comenzó a escribir una historia de coherencia
institucional, que trasciende directivas y que brega por algo que debería ser
esencial en el fútbol uruguayo pero que lamentablemente está lejos de
concretarse: que todos jueguen en todas las canchas.
Desde que el futbol uruguayo pasó
a ser profesional a comienzos de la década de 1930, Peñarol y Nacional jugaron
todos sus partidos por el Campeonato Uruguayo en el Estadio Centenario o en el
Parque Central. En 1953 Liverpool concretó una larga aspiración y pudo disputar
su partido de local ante Nacional en el Estadio Belvedere. El resultado es una
anécdota, ya que lo importante es que a partir de ese día se comenzó a tejer
una historia de coherencia y búsqueda de justicia deportiva que continúa hasta
nuestros días.